La industria biofarmacéutica puede llegar a ser sostenible. Varios de los principales desarrolladores de fármacos están decididos a alcanzar las emisiones netas de carbono en los próximos 25 años y están mejorando la eficiencia en todos los aspectos de sus operaciones para alcanzar este objetivo. En el laboratorio, el uso de un sistema de gestión de la información de laboratorio (LIMS) para rastrear y gestionar los activos, los datos y los informes es una forma de hacerlo.
Con una cadena de suministro verdaderamente global, la reducción del transporte es un primer paso lógico Novo Nordisk, que planea alcanzar el objetivo de cero emisiones en 2045, quiere conseguir cero emisiones netas en sus componentes de transporte y operaciones para 2030.
La reducción de la cantidad de materiales utilizados en el desarrollo de fármacos disminuye la cantidad de artículos que hay que envasar y transportar, por lo que puede afectar significativamente a las emisiones de carbono. Lograr esa reducción empieza por utilizar lo que se tiene de forma más eficaz, pero para ello, primero hay que saber exactamente lo que se tiene.
Un LIMS proporciona esa información. Agiliza la gestión del inventario mediante el seguimiento de las materias primas y los suministros, lo que ayuda al personal de laboratorio a mantener una estrategia de “primero en entrar, primero en salir” para las materias primas y los suministros y, por lo tanto, reduce el desperdicio. Como hay que sustituir menos artículos porque han caducado, se reducen los costes de envío y los kilómetros de transporte y se utiliza menos embalaje de productos por proyecto. Cuando se necesita una manipulación especial -como el almacenamiento en frío o ultrafrío- para esos artículos, el ahorro de carbono asociado a una buena gestión del inventario es aún mayor.
El seguimiento más exhaustivo del inventario también reduce los gastos generales asociados a estos artículos, como el espacio de almacenamiento. En una operación grande, la capacidad de reducir el espacio de almacenamiento permite a las organizaciones alquilar una instalación más pequeña o alquilar parte de su espacio existente. De cualquier manera, esto puede resultar en menos espacio para calentar, enfriar, iluminar y mantener, lo que reduce la huella de carbono de una organización.
Una de las principales ventajas de los LIMS es la automatización del flujo de trabajo. Esto reduce los errores y optimiza el uso de los recursos. Por ejemplo, al vincular los instrumentos (como los cromatógrafos líquidos o los analizadores químicos) a un LIMS, los datos de sus operaciones se introducen en el LIMS de forma automática, inmediata y sin riesgo de errores de transcripción humana. La precisión de los datos permite un mejor análisis, lo que reduce la necesidad de volver a realizar experimentos y análisis. En consecuencia, se necesitan menos utilidades, reactivos, tampones, material de laboratorio, etc. para obtener resultados aceptables, lo que reduce la huella de carbono.
El uso de herramientas digitales, incluido el LIMS, también puede mejorar la innovación al facilitar el intercambio de datos en toda la organización. Considere dos laboratorios, cada uno de los cuales trabaja en ciudades o países distintos. Normalmente, cada uno mantendría sus datos, aislándolos de hecho. Un LIMS elimina esos silos, almacenando todos los datos y análisis relevantes en un sistema al que puede acceder toda la empresa. También admite la organización lógica, de modo que los datos relacionados pueden almacenarse juntos. En consecuencia, los investigadores tienen a su alcance los análisis más recientes, así como los datos históricos de una serie de proyectos relacionados.
STARLIMS incorpora un LIMS, un cuaderno de laboratorio electrónico (ELN), un sistema de ejecución de laboratorio (LES), un sistema de gestión de datos científicos (SDMS) y análisis avanzados y movilidad en una sola aplicación. So, by providing a single source of truth, a LIMS may reduce faulty assumptions or avenues of inquiry that sometimes result from having only partial or out-of-date information. También puede minimizar la duplicación de experimentos que, de otro modo, podrían ser realizados por múltiples laboratorios dentro de la organización.
Además, a través de los análisis incorporados en STARLIMS, se pueden identificar las tendencias y la causa raíz de los problemas, como los problemas de rendimiento o los cuellos de botella de la producción, y solucionarlos. Al mejorar la productividad, se puede reducir la huella de carbono global de la organización.
Al mejorar la eficiencia, los LIMS ayudan a los laboratorios a utilizar menos recursos, a innovar más rápidamente y a alcanzar antes sus objetivos. Como resultado, las organizaciones pueden sacar sus productos al mercado antes, sustituyendo así productos, medicamentos o dispositivos más antiguos y menos eficientes, y reduciendo así aún más las emisiones de carbono.
Considere la huella de carbono asociada a una terapia celular o genética que (por ejemplo) cura a un paciente tras una inyección inicial, frente a las terapias tradicionales que tratan los síntomas, pero no la causa subyacente de la enfermedad. La cura es mejor para el paciente y para la sociedad y reduce los gases de efecto invernadero asociados a los desplazamientos de ese paciente hacia y desde las citas con el médico o el hospital durante toda su vida. Una innovación más rápida lo hace posible.
Otra ventaja es el cumplimiento de la normativa. Los LIMS que cumplen con la norma 21 CFR Parte 11 pueden ayudar a su laboratorio a cumplir con la cGxP, la FDA, la ANVISA, la ISO 17025 y otras normas, incluyendo sus procedimientos operativos estándar.
Al consolidar los datos y la documentación de las muestras, producir certificados de análisis para las muestras que cumplen las especificaciones y generar informes de resumen de estabilidad, los LIMS almacenan de forma natural muchos de los detalles necesarios para apoyar las solicitudes de nuevos medicamentos en investigación (IND). En lugar de reunir los datos de varios departamentos, están disponibles en un solo lugar, lo que ahorra tiempo y recursos a quienes preparan las solicitudes reglamentarias.
Tanto si las empresas biofarmacéuticas tienen el objetivo de ser neutras en carbono como si simplemente quieren empezar a reducir su huella de carbono, es posible realizar grandes mejoras. Una investigación realizada por la Universidad McMaster en 2019 demostró que las 15 empresas biofarmacéuticas más eficientes generan poco más de 14 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono por cada millón de dólares de ingresos, lo que supone una reducción respecto a la media del sector, que es de 35 millones de toneladas de emisiones por cada millón de dólares.
Es seguro que la optimización de la eficiencia en toda la organización reduce la huella de carbono, y un LIMS puede tener un papel definitivo en ello.
