En la actualidad, la mayoría de los laboratorios cuentan con algún tipo de LIMS para ayudar a gestionar su flujo de trabajo. Hay muchos tipos de LIMS, cuya complejidad va desde las hojas de cálculo hasta los programas inteligentes que gestionan casi todas las funciones del laboratorio. El término “LIMS” (sistema de gestión de la información de laboratorio) en sí mismo es muy general, y significa esencialmente cualquier tipo de herramienta de software con características implementadas que apoyan los procesos realizados en los laboratorios modernos. Pueden comprarse a una empresa especializada en el desarrollo de software para este fin, o pueden ser confeccionados por los empleados del laboratorio utilizando otros programas de gestión de datos preexistentes.

Tanto si un laboratorio necesita un LIMS como si utiliza un LIMS propio y está pensando en implantar uno comprado, hay que tener en cuenta varios factores. A continuación, analizaremos las necesidades de los laboratorios y de sus empleados, el papel de los LIMS para satisfacer estas necesidades, y algunas ventajas y desventajas de los LIMS caseros y de los comprados para ayudar a decidir cuál sería el mejor para laboratorios específicos.